25 mayo 2009


La Patria no ha de ser para nosotros/ una madre de pechos reventones;/ ni tampoco una hermana paralela en el tiempo/ de la flor y la fruta;/ ni siquiera una novia que nos pide la sangre/ de un clavel o una herida.// Yo la vi talonear los caballos australes,/ niña y pintando el orbe de sus juegos./ La Patria no ha de ser para nosotros/ nada más que una hija y un miedo inevitable,/ y un dolor que se lleva en el costado/ sin palabra ni grito. (Leopoldo Marechal)