21 diciembre 2012


Yo no creo que haya “lectores posibles” en el contexto en el que se escribe la poesía. Personalmente, ese jamás ha sido mi caso. Si uno pensase en un público, sería extraordinariamente molesto. El acto total de escribir se volvería una suerte de entretenimiento para personas a las que uno jamás conocería y probablemente, estaría avergonzado de conocer en todo caso. Así que sólo me interesa lo que puedo articular con las cosas que me son dadas en tanto confrontación. No puedo lamentar su costo. No creo que ningún hombre que escriba deba lamentar el costo que trae aparejado el acto de escribir, incluso no siendo consciente de ello. (Robert Creeley)