11 mayo 2015


El respeto, si no queda reducido a un gesto piadoso con los mayores o de cuidado ante la autoridad institucional, podría ser proximidad receptiva con lo que no se entiende. Respeto: hospitalidad con lo no conocido, deferencia con la diferencia, estima por lo extraño. El entusiasmo por las ideas, el deseo de pensar de otro modo, la fogosa inconformidad con lo existente, todo eso no pide acatamiento ni repetición, sino respeto. Marcelo Percia