07 septiembre 2010


Mejor desconfiar, cuando la crítica o la denuncia viene del mundo de los mediocres. Aunque a los que critiquen sean los hijos de puta que enmerdan la vida, desconfiar. ¿En qué se diferencian “hijo de puta” y “mediocre”? Que el mediocre no se anima a ser hijo de puta, o no le da el cuero: detesta porque envidia.