26 abril 2009


El alisamiento facial absoluto, el hablar maquinal sin inflexiones, presupone que es peligroso decir algo sustantivo y con marca de identidad social reconocible. Con usted se palpa ese peligro, De Narváez. (Horacio González)

24 abril 2009


También a mi me gustaría que todo se resolviese con aislar a la oveja negra. Yo también veo las ovejas negras. Veo muchas. Las veo todas. Este es el problema, ya se lo he dicho a Moravia: por la vida que llevo pago un precio... Es como uno que baja al infierno. Pero cuando vuelvo –si vuelvo– he visto otras cosas, más cosas. No digo que tengan que creerme. Digo que tienen que cambiar continuamente de discurso para no enfrentarse a la verdad./ ¿Y cuál es la verdad?/ Siento haber utilizado esta palabra. Quería decir “evidencia”. Deja que ponga otra vez las cosas en orden. Primera tragedia: una educación común, obligatoria y equivocada que nos empuja a todos a la competición por tenerlo todo a toda costa. A esta arena nos empuja como una extraña y oscura armada en la que unos tienen los cañones y otros tienen las barras de hierro. Entonces, una primera división, clásica, es “estar con los débiles”. Pero yo digo que, en un cierto sentido, todos son los débiles, porque todos son victimas. Y todos son los culpables, porque todos están listos para el juego de la masacre. Con tal de tener. La educación recibida ha sido: tener, poseer, destruir. (Pasolini)

21 abril 2009


El poder es un sistema de educación que nos divide en subyugados y subyugadores. Pero cuidado. Un mismo sistema educativo que nos forma a todos, desde las llamadas clases dirigentes hasta los pobres. Por eso todos quieren las mismas cosas y se portan de la misma manera. Si tengo en las manos un consejo de administración o una operación bursátil, los utilizo. Si no, una barra de hierro. Y cuando utilizo una barra de hierro hago uso de mi violencia para obtener lo que quiero. ¿Por qué lo quiero? Porque me han dicho que es una virtud quererlo. Yo ejerzo mi derecho-virtud. Soy asesino y soy bueno. (Pasolini)

18 abril 2009


al color de tu sueño levantado entonces, al horizonte que no conoce lenguas ni las requiere, al mar en que desaguan los estuarios./ A ese pueblo entero que marcha en ti, que rema en ti, y que se mezcla con mi pueblo. A todos los hombres que terminan en nosotros –como en un puerto– y a los hombres en que nosotros terminaremos./ A los que vuelven a ver por nuestros ojos (todos resucitan diariamente en nuestros ojos), a esas piedras que tocaron otras manos y que son la razón por la que te hablo./ […] A esa visión de nosotros mismos en que doblados sobre los flancos de los botes íbamos recogiendo cuerpos muertos. A la visión de esos cuerpos vueltos a la vida por el amor de nuestra memoria./ A los que hicieron de sus vidas obras de arte (los boteros del Yelcho) y que no están retratados en frescos porque es el firmamento su retrato./ A la piedad, al perdón. Al viento que perdona a las montañas y a las rompientes que perdonan a los roqueríos. Al Poema del Perdón escrito pensando en nosotros y en los que aún buscan a sus desaparecidos (están, créeme, están; no los ves pero están, no los oyes pero están)./ A los que ahora están en ti, a los que ahora lloran en ti, a los que hablan porque viven en ti./ En fin; a la soledad, al abandono, a todo lo precario e indefenso que habita desde siempre en nosotros porque es eso lo que creó el amor,/ y la necesidad de los amaneceres, de los bosques, de los pedazos de papel, de las hojas, de la luna, del cosmos, de los grandes poemas, de las marejadas. (Raúl Zurita)

17 abril 2009


Cuando todo se acabe quedarán tal vez/ estas algas/ sobrevivirán a las marejadas, a los siglos/ y a los sueños/ Como perdurarán a los poderosos, a los/ tercos de corazón/ y a los hombres que nos humillan/ estos poemas de amor a todas las cosas. (Raúl Zurita)

15 abril 2009


¿Cómo hacen, los que tienen sexo/ sin amor? Imperturbables como bailarines,/ deslizándose el uno sobre el otro, como patinadores/ sobre hielo, los dedos enlazados,/ uno dentro del otro, las caras/ rojas como un bife o como el vino, húmedos como/ bebés recién nacidos cuyas madres/ piensan abandonar. ¿Cómo es que acaban/ Dios cómo es que acaban/ por llegar a las aguas tranquilas, sin amar/ al que hizo el recorrido junto a ellos, mientras que poco a poco/ subía la temperatura, y un vapor emanaba/ de sus pieles? Yo creo que ellos son/ los religiosos de verdad, los puristas, los profesionales,/ los que se negarían a creer/ en un falso Mesías, o a amar al sacerdote/ en vez de al Dios. Jamás confundirían/ a quien tienen al lado con la fuente de su propio placer./ Son como los mejores corredores: saben que están a solas/ con el camino y sus características,/ con el frío y el viento, las condiciones del calzado,/ su situación cardíaca: variables, nada más,/ como el otro en la cama; no su verdad, que es/ el cuerpo aislado, solo en el universo,/ tratando de batir su propio récord. (Sharon Olds)

13 abril 2009


Perdona siempre a tu enemigo. No hay nada que le enfurezca más. (Oscar Wilde)

10 abril 2009


No decís beyesa, no decís luz,/ ni alegría, ni bien, ni sentimiento,/ no decís alma, no se te desliza// una imagen, un débil adjetivo,/ el copioso dolor espiritual// no pronunciás ninguna palabrita/ que lejos, muy lejos, intensamente/ lejos timbale trinos ensamblados,// tu voz apesta como el mundo apesta. (Luis Tedesco)

08 abril 2009


Ni por lastre de dolor o cansancio,/ surta de ver aún encariñada,// ni menguados los briyos del embale,/ litúrgicos de su avizor puteando/ aqueyos amoríos de mi doquier furioso,// ni por agobio de culpa o amargores,/ en la lona quizás su manotada,// la poca cosa de mi ser renuncia. (Luis Tedesco)

07 abril 2009


En el molde, ya persignado, en vela,/ dentro suyo lo suyo bien erguida/ la plena soledá de su parcela,// hable grite rece hágase cargo,/ usté consigo dándole al apriete,// maltrátese, amenice su bolero,/ métale frenesí al paranoico,/ siempre la culpa viene con su pala,// parlamentan, hermano, las fisuras/ en el pampear amargo de su sino,/ con rosca del encima que apostrofa,// y usté pa’ dentro en desasido trance (Luis Tedesco)

05 abril 2009


La historia de la filosofía despliega dos grandes posiciones contradictorias respecto a la relación entre la filosofía y la poesía. O bien hay una diferencia fundamental entre ellas (esto esta claro en Platón y, también en muchos otros), o bien la poesía entra en igualdad con las formas mas importantes del pensamiento. Es algo así como el debate entre Platón y Heidegger./ Pero podemos cambiar la estructura del problema diciendo que hay un lugar para la poesía como procedimiento de la verdad porque en este hay siempre un momento poético. Es el momento donde debemos encontrar nuevos nombres para un acontecimiento. La Nominación de un acontecimiento es una necesidad, y esta necesidad, en cierto sentido, es siempre poética. Por ejemplo, cuando estalla una revolución política, irrumpen nuevos nombres, un nuevo vocabulario. Y esta tarea es tarea de la poesía –no está realizada siempre en los poemas, pero es una determinación poética./ Creo que esa es la razón por la que la poesía ha sido parte del lenguaje filosófico mismo. La invención y la transformación del lenguaje filosófico es también una tarea política. Por esto, propongo un nuevo pacto, una nueva paz. (Badiou)

03 abril 2009


–De manera que no habrá catástrofe. –No me interesan las predicciones. Mire, si viene, viene. Pero si hay algo que se pueda hacer, hagámoslo. Uno no puede perdonarse no haber hecho nada. Por lo menos un intento. El desastre sobrevendrá si nos quedamos quietos. La sociedad no puede basarse en una concepción automática de los procesos políticos. (Eric Hobsbawm, entrevistado por Granowsky sobre la crisis internacional)

01 abril 2009


No se aflija. En la memoria/ de los tiempos venideros/ también nosotros seremos/ los tauras y los primeros./ El cruel será generoso/ y el flojo será valiente:/ no hay cosa como la muerte/ para mejorar la gente. (Borges)