29 abril 2011


Tranquila, poderosa compañía,/ del peso de las cosas en la luz./ ¿Qué yo me haría si faltases tú?/ Y todo lo demás di, ¿qué se haría?// Gravedad, sensatez de la alegría/ del peso de las cosas en la luz./ Insentido el cuidado, la testuz/ de la locura rompes, insentida.// Gracias mí parca, mi constante amiga,/ a mi espalda por siempre, a mi derecha,/ envolviendo, velándonos la vida.// Mientras diálogo o sombra nos convidan,/ mientras nos vamos, ¿Quedas, vas, acechas?/ Tranquila, poderosa compañía. (Fina García Marruz)

28 abril 2011


¿Cuántos van a leer el poema que uno está escribiendo? ¿Qué alcance podrá tener en la sociedad, en la cultura o la historia? Quién sabe, y en todo caso no es de eso de lo que se trata. Siempre se trató de otra cosa: de que alguien alguna vez va a leerlo, de que eso que escribiste, el poema, va a estar ahí, para que alguien lo lea, y que alguien lo lea ya es mucho, si son más de uno, o muchos más de uno, mejor. A alguien, alguna vez, va a pasarle algo porque eso que pudiste conformar está ahí, a su alcance. Y de otra cosa también se trata, y tal vez sea la que más importa: hiciste un poema, algo que merece llamarse “poema”, pudiste hacerlo, y saber que pudiste nunca será poca cosa. Algo, un conjunto de palabras puesto de cierto modo, que no tenía por qué existir, ni su razón de estar en el mundo era previsible antes de que lo hicieras, fue hecho, por tu mano, está ahí.
Pero, ¿para qué va a escribir uno poesía si no creyera que la experiencia que propone su poema va a alterar en algún punto el orden del mundo, va a hacer ver de otro modo, aunque sea un poco, las cosas, incluido lo que pueda cada uno ver de sí? ¿Para qué lo va a hacer si no espera que de algún modo vaya a agrietar o descolocar o poner en crisis el relato que establece los sentidos que tienen las cosas en el universo, y el de estar uno mismo en el universo, o ante sí?

27 abril 2011


Ahora soy un ojo/ inmóvil en el cielo,/ una nostalgia sin yo/ que forma nubes en el cielo.// Ahora soy la imagen del cuadro, sobre fondo/ de rojo sombrío,/ la mirada perdida en insondable dignidad,/ reclinado en un marco de oro.// Mañana habré caído/en un pozo de sangre,/ en una vieja trampa familiar,/ me habré enredado entre los hechos.// Mañana habré bajado hasta una alfombra/ raída,/ hasta el polvo que enciende los deseos,/ hasta la culpa. (Padeletti)

26 abril 2011


Ni es tan fácil leer en el humo lo/ Desconocido; no hay Desconocido. Abrieron la/ tapa del prodigio del/ seso, no hay nada sino un poco/ de pestilencia en el coágulo del/ Génesis alojado ahí. Voló el esperma/ del asombro. (Gonzalo Rojas)

25 abril 2011


¿Qué es eso de/ acentuar la E de Érato, o de Perséfone? Aquí se trata/ de otro cuarzo más coherente sin/ farsa fáustica, ni/ Coro de las Madres, se acabó/ el coro, el ditirambo, el célebre/ éxtasis, lo Otro, con/ Maldoror y todo, lo sedoso y/ voluptuoso del pulpo, no hay más/ epifanía que el orgasmo. (Gonzalo Rojas)

24 abril 2011


El arte no es sólo pionero de una praxis mejor que la dominante hasta hoy, sino igualmente la crítica de la praxis como dominio de la brutal autoconservación en medio de lo establecido y a causa de ello. Denuncia como mentirosa una producción por la producción misma, opta por una praxis más allá del trabajo. (T.W. Adorno)

22 abril 2011


Hoy la psicologización de la política ha arrinconado a la política en una práctica que no debe ser agresiva, lo cual crea un falso respeto por el otro que enmascara en supuestos buenos modales una moral hipócrita que da vergüenza ajena. (Luis Gusmán)

21 abril 2011


Amar puramente es consentir la distancia, es adorar la distancia entre el yo y lo que se ama. (Simone Weil)

20 abril 2011


Que las verdades no tengan complejos/ Que las mentiras parezcan mentira.// Que no te den la razón los espejos/ Que te aproveche mirar lo que miras/ Que no se ocupe de ti el desamparo/ Que cada cena sea tu última cena.// Que ser valiente no salga tan caro/ Que ser cobarde no valga la pena/ Que no te compren por menos de nada/ Que no te vendan amor sin espinas.// Que no te duerman con cuentos de hadas/ Que no te cierren el bar de la esquina. (Sabina)

18 abril 2011


El aire sangra sobre la ciudad,/ leve paloma que el halcón traspasa.// No es todavía de noche y el cielo/ cerrado está como en tormenta. Reptiles/ abandonan sus madrigueras/ con el miedo feroz a cuestas.// Pero no pasarán. (José Emilio Pacheco)

17 abril 2011


La negación de que exista una esencia humana uniforme debe ser tomada, por otra parte, de manera tan poco absoluta que hasta la creencia en una naturaleza humana universal a veces aparezca como un error más pequeño, lo que ocurre cuando se llega a comprender que la dicha y la miseria recorren constantemente la historia; que los hombres, tal como son, tienen sus límites y merecen consideración; que viene la revancha cuando se hace caso omiso de los límites. (Horkheimer)

16 abril 2011


Toda comprensión intensa es finalmente la revelación de una profunda incomprensión. (Clarice Lispector)

14 abril 2011


Del poema, nada. Llega, tiembla/ y raspa un fósforo apagado./ ¿Se le ve algo? Nada. Tiende una/ mano para aferrar/ las olitas de tiempo que pasan/ por la voz de un jilguero. ¿Qué/ agarró? Nada. La/ ave se fue a lo no sonado/ en un cuarto que gira sin/ recordación ni espérames./ Hay muchos nombres en la lluvia./ ¿Qué sabe el poema? Nada. (Gelman)

13 abril 2011


Estoy profundamente convencido de que la forma en que la sociedad está organizada a escala planetaria alienta y crea llamados a la violencia. La razón principal radica en que, para el sistema, la realidad humana es la competencia. La idea de Hobbes según la cual el hombre es un lobo para el hombre constituye la convicción profunda de nuestra sociedad. Por esa razón genera violencia constante: la sociedad da el derecho general para que, en su propio interés, se pisotee a los demás. La prensa más ordinaria hace el elogio de esa violencia. Los diarios hablan de cómo tal banco aplastó al otro, de cómo la gente fue expulsada, etc., etc. Eso, dicen, es la vida, la competencia. Pero hay que pagar el precio. Mientras no enunciemos que las sociedades deben construirse en base a la asociación y no a la competencia permaneceremos en el elemento primordial de la violencia. (Badiou)

12 abril 2011


Ángulo del poema: “que al hablarte/ exista intimidad y que todo/ pueda ser perdido// y reencontrado así: en otros/ escenarios”. (Aníbal Cristobo)

11 abril 2011


Pensar ya no es otra cosa que estar a cada instante pendiente de si se puede pensar. De ahí el aspecto estrangulado que tiene aun toda producción espiritual aparentemente independiente, la teórica no menos que la artística. (T.W. Adorno)

09 abril 2011


No hay nada permanente ni veraz,/ ni ajeno al deterioro y la vejez./ Se disuelve lo que es en lo que no es,/ y en el iris todo lo que verás.// El sujeto no es uno; sino un haz/ de fragmentos dispersos que a su vez/ –sin origen, textura o nitidez–/ se dividen en otros. No es falaz// la noción de sujeto. Es un matiz/ de un color que precede a toda luz,/ el rostro en el reverso de un tapiz// que aparece un instante a contraluz./ O el timbre inolvidable de una voz./ Pero nunca el encuentro de los dos. (Sarduy)

08 abril 2011


Todo es destruible a veces, y eso/ es lo que nos hace tragar saliva/ porque no queremos desbordar el agua/ que ocupa el vaso del poema y que cruzamos/ como equilibristas, fugitivos o amantes. (Germán Carrasco)

07 abril 2011


Hay tanto de sacrificio, de renuncia, en el fondo de la alegría como en el fondo del dolor. (Simone Weil)

05 abril 2011


Hay veces en que es inevitable el conflicto. Y me parece que, a lo mejor, más que acuerdo necesitamos beligerancia. Me parece que debemos profundizar nuestras beligerancias. Siempre con el respeto a la vida humana, a la libertad, etcétera. Pero ir hasta el fondo. ¿Estamos contra el mercado porque creemos que se va a comer a los pobres? Bueno, adelante con esto. (Dolina)

04 abril 2011


Pocas cosas/ y sentido común/ y la jarra de loza, grácil,/ con el ramo/ resplandeciente.// La difícil/ extracción del sentido/ es simple:// el acto claro/ en el momento claro/ y pocas cosas–/ verde/ sobre blanco. (Padeletti)

03 abril 2011


¿O acaso no merecíamos haber caído en este siglo, atravesados por su luz, odiando todo lo que fuimos, evocando los hechos, ajustando las cuentas de lo hecho y lo no hecho, odiando el número, todos medidos, en el medio, en el miedo, odiando, transparencia? (Fogwill)

02 abril 2011


Considere usted cómo enternece el error/ del joven poeta que supone en su cabeza/ los laureles más genuinos de la época;/ del mismo modo/ el hombre que llegó aullando a la comisaria/ suponía que toda la justicia del mundo/ se concentraba allí para ocuparse de su caso./ Piense que en certezas de ese tipo/ se apoya el movimiento de la historia,/ el principio y el fin de los años/ el régimen de los ríos y las dinastías del poder./ Allí la esperanza está fuera de cuestión/ pues se trata de otra cosa/ mientras usted sueña o se muerde los puños,/ escupe su bilis y no está seguro de nada./ Pero no se pregunte en qué equivocación/ ponen los pies para andar sin caerse./ Ellos sostienen que nada justifica el mundo/ sino sus propios delirios personales./ Y deben estar en lo cierto, a menos/ que ese mismo mundo esté allí sin finalidad alguna. (Giannuzzi, “Los errores necesarios”)

01 abril 2011


Diré solamente que el sistema (sinécdoque con que señalo el sistema capitalista) posee, ciertamente, mecanismos con los que automáticamente asimila todo aquello que difiere de él y se le opone; y que si esto es verdad en abstracto, en el plano de lo concreto la asimilación tiene lugar mediante los individuos, mediante los ciudadanos. Ahora bien: sólo lo que es concreto es auténtico. Y a un autor le importa sólo lo que es concreto y auténtico. Si un solo lector asimila lo que él le dice, y en esta asimilación se realiza un acto de, pese a todo, confusa e insegura verdad, un intercambio democrático de conocimiento, entonces el autor tiene el deber de hacer lo posible por llegar a dicho lector. Lo que es malo en abstracto (la asimilación del sistema) es bueno en concreto (la relación con el individuo)./ No obstante, incluso más allá de este imperativo de concreción y de autenticidad, más allá de este celo por la libertad propia, a quien me dijese: «Pero el sistema, al asimilar lo que se le opone y se le diferencia, mejora y por tanto se robustece», yo respondería: «Tanto mejor. La democracia nace de la democracia. El sistema se afirma democrático, pero lo es con falsedad. Es necesario luchar por una democracia auténtica y ésta se obtiene también mediante una serie de asimilaciones, por parte del sistema, de las ideas y las obras de quien lucha por la democracia. Y el socialismo sólo se puede construir sobre una base democrática. Es preciso luchar al mismo tiempo por ambas cosas (mientras no se luche por la socialdemocracia, que es lo peor de todo)». (Pasolini)