14 abril 2011


Del poema, nada. Llega, tiembla/ y raspa un fósforo apagado./ ¿Se le ve algo? Nada. Tiende una/ mano para aferrar/ las olitas de tiempo que pasan/ por la voz de un jilguero. ¿Qué/ agarró? Nada. La/ ave se fue a lo no sonado/ en un cuarto que gira sin/ recordación ni espérames./ Hay muchos nombres en la lluvia./ ¿Qué sabe el poema? Nada. (Gelman)