03 mayo 2011


Al fondo de un buen poema se vislumbra el caos, eso lo saben hasta los niños. Por eso saltan al vacío desde el muelle de fierro contra el oleaje y regresan intactos, ligeramente ensangrentados, si usted quiere, por el roquerío de fondo pero vuelven riendo intactos, el diamante en seso. (Gonzalo Rojas)