09 octubre 2011


Los seres humanos son animales políticos por dos razones: primero, porque tenemos el poder de poner en la circulación más palabras, palabras inútiles e innecesarias, palabras que exceden su función de designador rígido; en segundo lugar, porque esta capacidad fundamental hacer que proliferen las palabras es incesantemente contestada por quienes piden que se hable correctamente”. (Jacques Rancière)