No me sirve la lámpara, Georges/ No me sirve la ciencia ni la filosofía/
Nada consuela en la noche descarnada/ La hora melancólica, Georges/ Sólo queda
el hueso, la órbita vacía/ El vacío donde la palabra la nada/ Después de la
gusanería de lo real/ Estrecho claroscuro el agónico/ Instante la falta la
huella efímera/ Lo que hizo creer era motor de vida (
Humberto Lobbosco)