La memoria sufre accidentes cada vez/barre continuos y pasa de su centro
activo a desarticulaciones de las máscaras. Sangra como sangra el mundo y sus
certezas caen en cal viva. En el olvido de olvidar no hay descanso, el que
murió muere otra vez y golpes lívidos cocean a las conjugaciones de la fuga.
Saliva fría de la hoguera donde arden los que arrancaron la hoja blanca. En las
bondades del engaño se pudren los ciclones. El amor gira y gira en el círculo
más ciego, lo único que queda.
Juan Gelman