27 noviembre 2015
Si te postran diez veces, te levantas/ otras diez, otras cien, otras quinientas:/ no han de ser tus caídas tan violentas/ ni tampoco, por ley, han de ser tantas./ Con el hambre genial con que las plantas/ asimilan el humus avarientas,/ deglutiendo el rencor de las afrentas/ se formaron los santos y las santas./ Obsesión casi asnal, para ser fuerte,/ nada más necesita la criatura,/ y en cualquier infeliz se me figura/ que se mellan los garfios de la suerte.../ ¡Todos los incurables tienen cura/ cinco segundos antes de su muerte! Pedro B. Palacios, Almafuerte