El muerto no ocupa sitio ya./ Deja el espacio libre a otros./ Sagrada escoria,/ no recibe ninguno de los homenajes./ Su rumbo no se sabe./ Nadie lo daña ya./ De nuevo es la criatura.// Aguarda bajo el polvo/ de Dios./ No opinar lo esclarece./ Es ahora semejante/ a los niños, las flores. (Fina García Marruz)