Si el músculo puede sentir repugnancia, aún existe un movimiento falso que hacer;/ si la mente puede imaginar un mañana, aún existe una derrota que recordar;/ mientras el propio ser pueda decir “Yo”, no rebelarse es imposible;/ mientras exista una virtud accidental, existirá un vicio necesario: y el jardín no puede existir, el milagro no puede ocurrir. (
Auden, por Cardenal y Coronel Urtecho)