12 noviembre 2008


No quiero volver/ a ese lugar/ intransitable/ y escuálido donde todo parece dormido.// Quiero calor,/ dolor; sin soledades/ sentir/ alegría, a pesar de todo.// No quiero ausencias,/ ni lágrimas. No me gustan/ las madres, ni las caricias, ni los buenos entendidos:/ fortunas quietas, venturas inanimadas:/ llegar de otros lugares,/ para volver. Regresar/ a mi punto de partida,/ verterme como una jarra seca y consecuente.// No quiero seguir durmiendo/ junto a esa fuente/ que ninguna sed calma. Propongo/ vivir sin dominios, simplemente.// No tengo ganas de regresar,/ que mi santo sepulcro no pretenda esperarme. Quiero/ inventarlo a último momento,/ sin pensar demasiado, sin mucho rencor,/ cuando sea necesario. (Urondo)