01 mayo 2009


¡El trabajo humano! Esta es la explosión que ilumina mi abismo de cuando en cuando. “Nada es vanidad; ¡hacia la ciencia y adelante!” grita el moderno Eclesiastés, es decir, Todo el mundo. Y sin embargo, los cadáveres de los malvados y de los holgazanes caen sobre el corazón de los demás... Ah, de prisa, un poco más de prisa; allá lejos, más allá de la noche, esas recompensas futuras, eternas... ¿las perderemos?... (Rimbaud)