El lenguaje ya usado no puede ser/ inocente. El uso previo lo engarza/ en la memoria misteriosa que siempre/ reaparece, nunca se pierde. Navega// en mar nuevo de significados pero esa/ memoria implícita no se va, sigue/ aferrada a esa y esa palabra,/ vampiro que roba y ensalza// como medusa quemando la carne/ en el mar. Miro esa roja mancha/ en mi brazo al sol, la quemadura// y la mirada y mis recuerdos ya no son/ nuevos ni inocentes. El lenguaje es niebla/ decorativa que fascina al lector. (
Osías Stutman)