29 enero 2012
Son dos palabras [entretenimiento y esperanza] que tienen buena prensa pero pueden ser contraproducentes, porque entretener también es fijar la atención de alguien en algo mientras te están choreando; y la esperanza remite a algo que supuestamente va a venir y nunca llega. ¿Hay que esperar o hay que ir a buscarlo? La esperanza siempre tiene como esa religiosidad en el decir, que puede atentar contra la misma acción de ir a buscar lo que se anhela. Bajo ese concepto creemos que el entretenimiento y la esperanza se relacionan. Eso nos comenzó a dar vueltas y surgió la idea de manejar el concepto de entretenimiento como sujeción y no como algo divertido y placentero. (Diego Capusotto)