Debajo del cielo/ está el fuego,/ lo circunscribe, casi lo lame,/ está muy cerca y sin embargo/ el cielo nunca sufre el fuego.// El fuego son imágenes,/ pequeños demonios negros/ vistos en Jerusalén, en Babel,/ en el respaldo de los tronos,/ en la extensión de los cetros,/ en la nuca de los arrodillados,/ en las epístolas áureas del docto,/ en el que tiende a lo perfecto,/ en el que se ofrece como mucho,/ en los que crían para nada,/ en el que adquiere y pone precio,/ en los que se sientan a la mesa,/ en los que se niegan a servir,/ en los que escriben de este fuego/ escribiendo de consuelos y castigos.// Debajo del cielo está el fuego;/ somos la madera, la sequedad,/ el soplo que mantiene el fuego. (Girri)
10 abril 2007
Debajo del cielo/ está el fuego,/ lo circunscribe, casi lo lame,/ está muy cerca y sin embargo/ el cielo nunca sufre el fuego.// El fuego son imágenes,/ pequeños demonios negros/ vistos en Jerusalén, en Babel,/ en el respaldo de los tronos,/ en la extensión de los cetros,/ en la nuca de los arrodillados,/ en las epístolas áureas del docto,/ en el que tiende a lo perfecto,/ en el que se ofrece como mucho,/ en los que crían para nada,/ en el que adquiere y pone precio,/ en los que se sientan a la mesa,/ en los que se niegan a servir,/ en los que escriben de este fuego/ escribiendo de consuelos y castigos.// Debajo del cielo está el fuego;/ somos la madera, la sequedad,/ el soplo que mantiene el fuego. (Girri)