20 junio 2007


La paradoja de la lírica moderna parece consistir en esto: una suprema ilusión de canto que milagrosamente se sostiene después de la destrucción de todas las ilusiones. El alma, despojada de sus sueños y de sus duelos, constreñida a abrazar la ‘rugosa realidad’, a exprimir el jugo presente y amargo de la existencia, encuentra en este, su duro y necesario reconocimiento, un paradojal principio de música y olvido. (Sergio Solmi)