03 octubre 2009


¿Cómo empezar, olvido, si el ave no ha empezado?/ ¡Rompe los textos silenciosos de la brisa,/ la nieve de la noche cuando el cuerpo desnudo se le escapa/ y amanece otra tela resonando en otra playa!/ ¿Cómo nombrar la vida con el humo,/ la sangre con la calma vacía de los vastos almacenes/ o con la humedad rosada que era la noche de la luz?// ¡Rompe la piedra salvaje para mi tacto,/ la risa del salado amanecer para mi vida/ de lentitud igual a la celeridad del fuego!// ¿Dónde ceñir el frenesí desierto/ y los hogares a lo largo de la costa pálida mordidos/ por una bestia más tranquila que la noche?/ ¿Cómo empezar, olvido, si tú jamás acabas? (Cintio Vitier)