12 abril 2010


Ahora recuerdo uno, antes recordaba otro.// Día vendrá en que ninguno será recordado.// Entonces en el mismo olvido se fundirán./ Una vez más la carne unida, y las bodas/ cumpliéndose en sí mismas, como ayer y siempre.// Pues eterno es el amor que une y separa, y eterno el fin/ (ya comenzara, antes de ser), y somos eternos,/ frágiles, nebulosos, tartamudos, frustrados: eternos.// Y el olvido todavía es memoria, y lagunas de sueño/ cierran en su negrura lo que amamos y fuimos un día,/ o nunca fuimos y que con todo arde en nosotros/ a la manera de la llama que duerme en la leña/ apilada en el galpón. (Drummond de Andrade)