01 abril 2010


Y ruego a Dios que nos tenga misericordia/ ruego que nos haga olvidar/ estos asuntos que originan en mí tanta discordia/ ya que los he discutido y me los he explicado demasiado/ porque no abrigo esperanzas de volver otra vez/ que estas palabras respondan/ por lo que ya se ha hecho que no se hará otra vez/ y que se nos juzgue con misericordia/ porque con estas alas no es posible volar/ son simples abanicos y para abanicar/ un aire seco ya y muy reducido/ más seco, más reducido que la voluntad/ enséñanos a sentir y a prescindir,/ danos tranquilidad. (T.S. Eliot)