31 agosto 2012
30 agosto 2012
29 agosto 2012
No es verdad que la psicosis sea producto de una explotación social; no es verdad que la servidumbre voluntaria sea puramente resultado de la voluntad de dominación de los opresores; no es verdad que a una sociedad la mantiene sólo la represión que viene desde arriba. Es todo mucho más complejo. Entonces, si se trata de la emancipación: “Hay una fuerza exterior que nos oprime y, si nos liberamos de esa fuerza, nos realizaremos plenamente”. Por supuesto, es una condición liberarse de esa fuerza, pero después tenemos que ver qué pasa con la propia experiencia subjetiva, que nunca se va a realizar plenamente. No existe ni existirá una sociedad donde el sujeto no esté dividido, donde su relación con el otro sea armónica y ya no quiera matar al vecino o suicidarse o encontrar cualquier tipo de solución extraña y bizarra para su existencia./ Esto puede encauzar o al menos proponer unas nuevas condiciones para el diálogo entre el psicoanálisis y la política; un diálogo que privilegie las tensiones, sin llegar a la idea hegeliana de la integración dialéctica del todo, donde el psicoanálisis quedaría integrado finalmente en el movimiento interno de lo social; entendiendo que estamos entre tensiones irreductibles, que estamos todo el tiempo haciendo la experiencia de algo que no encaja bien. Se trata, por ejemplo, de pensar cosas que el psicoanálisis no desarrolló mucho, como el tema de lo común o el tema de la igualdad, pero manteniendo rigurosamente lo que la enseñanza del psicoanálisis mantiene acerca del sujeto. (Jorge Alemán)
28 agosto 2012
27 agosto 2012
Porque si apoyamos la ley de medios es también porque debatimos el formato bajo el cual se forjan subjetividades a la orden de la sociedad del espectáculo. Porque si habitamos el presente con angustia y entusiasmo es porque no creemos que el horizonte pueda ser definido por una idea de felicidad colectiva centrada en el consumo y en la reproducción del capital. Porque si hacemos política es porque vemos, en la escena contemporánea, los intersticios a expandir no sólo para la reparación de los muchos daños que vivió nuestro pueblo, sino también para la creación de formas de vida emancipadas. (Carta Abierta 12)
26 agosto 2012
25 agosto 2012
24 agosto 2012
23 agosto 2012
Hoy sabemos que la historia carece de sentido, que está atravesada por una contingencia radical, que no hay nada que lleve a la historia necesariamente a cumplir tal o cual proyecto. Un proyecto se va a cumplir en la medida en que el deseo de ese proyecto se sostenga, en la medida en que la apuesta por ese proyecto se sostenga, y esa apuesta no está garantizada por la historia misma. Eso por el lado de la historia. Por el lado de los sujetos, ya no pueden ser presentados sólo como resultado de determinaciones sociales. Hay dimensiones del sujeto que exigen una elaboración más fina. Me refiero al modo en que Lacan teoriza cómo el sujeto adviene en el campo del lenguaje; el lenguaje es una infraestructura, no una superestructura. Lo que puede ser superestructura son los códigos comunicacionales, las formas de hablar, las formas lexicales que caracterizan una época. Pero el modo en que el sujeto emerge en el campo del lenguaje es la estructura misma. Y luego, además, al sujeto le suceden muchas cosas: le sucede la neurosis, le sucede la psicosis. Eso tiene su propia especificidad; le sucede eso que no puede nunca terminar de metabolizar simbólicamente y que Lacan llama lo real. Le sucede la pulsión de muerte, que no es precisamente muy progresista que digamos, ya que está ligada con la compulsión a la repetición. Le suceden un montón de cosas que conviene tener el coraje de afrontar para decir: “Esta vez, tratemos de pensar los proyectos políticos sin engañarnos respecto de la condición humana”; sin buscar coartadas, sin andar disimulando cómo está hecho el sujeto. (Jorge Alemán)
22 agosto 2012
13 agosto 2012
La bondad o la maldad del carácter de un individuo no se reflejan en el éxito momentáneo o en el fracaso, aquí abajo. El éxito o el fracaso no son, a fin de cuentas, más que manifestaciones de la Naturaleza. El bien y el mal son, sin embargo, naturalezas humanas. No obstante, es cómodo, por razones didácticas, expresarse como si el éxito o el fracaso en el mundo fueran el resultado directo de un buen o mal carácter. (Libro del Samurai)
12 agosto 2012
Gasta la Nada máscaras. Más cara,/ mansa faz da la lámpara a la sala./ Para matar tanta palabra mala,/ armas halla al pasar. La casa ampara.// Va más allá: salvada la mampara,/ salta la valla, la ramada rala/ baña, la casa alarga. Alada cala,/ aclara cada laja, cada vara.// La lámpara, tal da lana la alpaca,/ da paz. Vaga al azar, jamás cansada,/ ataca nadas, máscaras ataca.// (Al alba −ya la lámpara apagada,/ la casa calma− la mañana saca/ las máscaras gastadas a la Nada.) . (Daniel Giribaldi)
11 agosto 2012
Muchos de ellos son normales porque se han ajustado muy bien a nuestro modo de existencia, porque su voz humana ha sido acallada a una edad tan temprana de sus vidas que ya ni siquiera luchan, padecen o tienen síntomas, en contraste con lo que al neurótico le sucede. Son normales no en lo que podrían llamarse el sentido absoluto de la palabra, sino únicamente en relación con una sociedad profundamente anormal. Su perfecta adaptación a esa sociedad anormal es una medida de la enfermedad mental que padecen. Estos millones de personas anormalmente normales, que viven sin quejarse en una sociedad a la que, si fueran seres humanos cabales, no deberían estar adaptados, todavía acarician “la ilusión de la individualidad”, pero de hecho, han quedado en gran medida desindividualizados. (Aldous Huxley)
10 agosto 2012
Quienes insisten en llamar a las cosas por sus nombres/ como si fueran claras y sencillas/ las llenan simplemente de nuevos ornamentos./ No las expresan, giran en torno al diccionario,/ inutilizan más y más el lenguaje,/ las llaman por sus nombres y ellas responden por sus nombres/ pero se nos desnudan en los parajes oscuros./ Discursos, oraciones, juegos de sobremesa,/ todas estas cositas por las que vamos tirando. (Enrique Lihn)
09 agosto 2012
Ahora, me parece, vuelve a tomar fuerza la cuestión de la subjetividad. Ya no se puede, como en aquellos años, ahogar la especificidad del sujeto, su diferencia radical, su constitución singular, su propia historia incomparable. No se puede subsumir esto en un proyecto homogéneo. El desafío más apasionante, más difícil, que no encuentra fórmulas fáciles, que exige una invención, ya que no hay nada previamente definido ni articulado, es mantener la especificidad del sujeto; preservar lo que las enseñanzas de Freud y de Lacan han postulado con respecto al sujeto y vincular esto con los proyectos emancipatorios. De tal manera que los proyectos emancipatorios no se puedan volver una coartada para borrar la singularidad del sujeto, pero también de tal manera que esa singularidad del sujeto no conduzca a una nueva forma de individualismo más lúcida o a una nueva forma de sabiduría cínica para estar en este mundo, “que ya sabemos que nunca va a tener arreglo”. (Jorge Alemán)
08 agosto 2012
Los que dicen que escriben versos/ mejor que los dioses, no serán/ castigados como Niobe, que tejía/ mejor que las diosas y osó/ decirlo y le mataron/ los hijos y la/ convirtieron en mármol. No. Hoy/ a esos poetas darán/ becas, puestitos, los/ nombrarán embajadores y/ marmolizarán su respiro./ La palabra está harta de mentiras/ y aprueba esa decisión. Tiene/ bastante consigo misma, con/ preguntarse qué es, quién es,/ con no saber si habla entre/ el ser y la ficción de ser, mientras/ escribe en un cuaderno/ donde nada está dicho. (Juan Gelman)
06 agosto 2012
05 agosto 2012
04 agosto 2012
Girando/ mis ojos discontinuos/ entre la mesa y las sillas,/ de vidrios a maderas curvadas/ por una voluntad de belleza y resurrección,/ muescas en metales, señales heladas/ de una mano mortal. Y esta melodramática/ conciencia, del otro lado,/ tratando de decir algo ilimitado,/ proponer en vano una rivalidad sanguínea,/ una tristeza, una culpa, un estilo soñador/ entre estas ciegas consistencias que me dejan solo. (Joaquín Giannuzzi)
03 agosto 2012
02 agosto 2012
Pero cuidado, mis amigos, con envolveros en la seda de la poesía/ igual que en un capullo.../ No olvidéis que la poesía,/ si la pura sensitiva o la ineludible sensitiva,/ es asimismo, o acaso sobre todo, la intemperie sin fin,/ cruzada o crucificada, si queréis, por los llamados sin fin/ y tendida humildemente, humildemente, para el invento del amor…(Juan L. Ortiz)
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