Aprendamos,/ de una vez por todas,/ que el futuro, como ella misma, no
tiene nombre,/ aprendamos/ a escuchar el lenguaje de los otros/ sin esperar, de
sus palabras, las nuestras,/ y a ver, en la muerte de los otros, la nuestra,/
aprendamos,/ si nos queda todavía tiempo,/ a creer en el “afuera”/ a pesar de
nuestra formación,/ nuestro carácter/ nuestros deseos, nuestro miedo. (
Juan
José Saer)