30 noviembre 2014
Antes pensábamos que llegando al gobierno íbamos a transformar las relaciones de producción, y como consecuencia la distribución, y estábamos en la frontera de crear un tipo de hombre más solidario, y todo lo demás. Nos olvidamos del campo de la cultura: que es más fácil cambiar la realidad material que cambiar la matriz cultural de una sociedad. Ahora estamos en una época muy distinta, los Estados nacionales van a ser cada vez más débiles en el mundo que va a venir. La globalización no es cuento. Pero lo más grave es que no manejamos la globalización, la globalización nos maneja a nosotros. José Mujica
29 noviembre 2014
Mejor pensar lo difícil, antes que creer que pensando lo fácil resolvimos el diferendo esencial de la vida colectiva o individual. La manera en que cada nombre surge de un fondo anterior de cosas (lo trágico) son las infinitas mutaciones de una identidad, cuyo régimen de variaciones llamamos identidad en tanto huella. ¡Cómo me gustaría ser Luis Alberto Romero y vivir enojado todo el día por no saber que la memoria efectiva nos sigue como una sombra! ¡Cómo me gustaría ser del Club Político y expropiar todo sentimiento trágico sobre el presente! Pero soy del club inconcluso de la memoria ensoñada. Es porque ella nos hace libres, no nos ata a esencia alguna, nos confiere la libertad de asociar los hechos y su crítica a través del hilo conductor de la comedia y la tragedia humana. Horacio González
28 noviembre 2014
27 noviembre 2014
26 noviembre 2014
25 noviembre 2014
El problema es mucho mayor que Facebook. Muestra lo incorrecto de una sociedad en la que hablamos "hacia una persona" en vez de "a una persona". Vivimos en burbujas personales formadas por lo que vemos y leemos, creando un mundo aislado que contiene solo lo que se ajusta a nuestros intereses previos. Mat Honan.
24 noviembre 2014
23 noviembre 2014
Como cualquier hijo del hombre, también he entrado un día en la Casa del Placer. La Casa del Placer es amplia y hospitalaria: en ella hay grandes toneles para los bebedores y lechos para los indolentes, En su interior se está a maravilla. Pero en la Casa del Placer hay una extraña costumbre, que no vi en parte alguna. El que consume el vino, debe apurar también las heces; el que come el racimo, debe comer también el escobajo, y el que ama a una mujer hasta devorar su carne, debe cargar después toda la vida ya con su esqueleto. Rafael Cansinos Assens
22 noviembre 2014
20 noviembre 2014
19 noviembre 2014
No hay que engañarse, la fragmentación y dispersión actuales no dejan de suponer una monstruosa homogeneidad y unificación de todos los hábitos vinculados al consumo y al equivalente general que lo hace posible (el dinero), sean cuales sean las variantes en que se lo practique. El capitalismo realiza así el tan anhelado comunismo del goce: cualquier rareza o perversión es practicable si tiene con qué costearse los gastos; para todo hay y si no se abren nuevos nichos de consumo. Hasta los productos culturales –¡hasta Marx! – pueden ser reabsorbidos en este círculo vicioso. Roque Farrán
18 noviembre 2014
16 noviembre 2014
Paradójicamente para tener una verdadera sociedad liberal se necesita una revolución comunista. El libre mercado tiene que estar controlado por la intervención del Estado. El libre mercado siempre ha tendido al monopolio. En la situación actual de los poderes mundiales es muy difícil. Aristóteles no decía tanto lo que había que hacer como lo que no se debía hacer. La revolución consiste más en poner límites al desarrollo natural del capital. Gianni Vattimo
15 noviembre 2014
14 noviembre 2014
Hay una lógica en las instituciones, en la conducta de los individuos y en la relaciones políticas. Hay una racionalidad aun en las formas más violentas. En la violencia, lo más peligroso es su racionalidad. Cierto, la violencia en sí misma es terrible. Pero la violencia encuentra su anclaje más profundo y su forma de permanencia en la forma de la racionalidad que nosotros utilizamos. Se ha afirmado que si viviésemos en un mundo racional, podríamos deshacernos de la violencia. Es completamente falso. Entre violencia y racionalidad no hay incompatibilidad. Mi problema no es condenar la razón, sino determinar la naturaleza de esta racionalidad que es compatible con la violencia. No es la razón en general lo que yo combato. No podría combatir la razón. (Michel Foucault)
13 noviembre 2014
Lo que uno mira del yo mismo, jeta a jeta y con recodos, perfil de antaño si le place y metáfora incluida, ¿qué activistas empalman sus dolencias?, ¿púgiles, cuchilleros, simios de la manada original?, los que fueren ahí están, en combate aún, pero ya en retirada, en pose cautiverio, misóginos de dignidá resbaladiza, ¿quién da más en la penumbra?, ¿quién sobresale en el enjambre?, ¿quién urtica sobre quién, o el entrevero es en el dentro mismo, en el prensado tipo matambre, cada uno meticuleánose con saña de 9 en el 6 de su retorno; ¡ah, la maleable carroña defensiva!, brinco en alza con pescuezo balbuceante, el uno deforme mira su yo mismo deformado, y como si esta contienda, o simulacro juguetón de la caída inevitable, fuera poco, el pensar, siempre que se le deje un resquicio lugareño, un ranchito donde posar sus rizomas serytiempo, arremete desde el uno mientras sensibila del yo mismo contra todo. (Luis Tedesco)
12 noviembre 2014
11 noviembre 2014
El nervio enjoyado de la materia es arte de orfebrería estelar:/ un hilo radiante que cose carne con carne y plomo con plomo;/ (bienaventurados los que creen en el orden de los elementos,/ y no mezclan carne y metal hasta ser lloro y crujir de dientes:/ el dolor es una equivocación, una cuerda de hélice retorcida/ que nos ata como perros a la muerte). Somos el polvo crudo/ de un estallido: las estrías de luz llegan hasta el extremo del/ árbol de la sangre, y más allá no sabemos ver. El alma no es/ más que otra ramificación: yema verde y agria por no saber/ que su sed más dulce nace de agua que no es de este mundo. (Bruno Di Benedetto)
10 noviembre 2014
09 noviembre 2014
Si hay una fuerza transgresora, antipuritana y revolucionaria es el
capitalismo. Walter Benjamin lo vio muy bien, y por eso identificaba la
revolución con el freno de mano de una locomotora desbocada. Se trata de eso,
de encontrar frenos de mano, límites, bridas, que deben ser dobles, obviamente
materiales y económicas, pero también bridas de valores y éticas, que suelen
tener que ver con eso que hemos llamado tradición, y que en la izquierda no
tiene mucho predicamento o que tiene que ver con ese sentido común configurado
en torno al sentido de la justicia y a la conciencia de la propia fragilidad
que son las dos cosas que en el mito de Protágoras, permiten que los seres
humanos sobrevivan, como es el aido, que es el pudor y la conciencia de la
mortalidad y la diké que es la justicia. (Santiago Alba Rico)
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