29 noviembre 2014
Mejor pensar lo difícil, antes que creer que pensando lo fácil resolvimos el diferendo esencial de la vida colectiva o individual. La manera en que cada nombre surge de un fondo anterior de cosas (lo trágico) son las infinitas mutaciones de una identidad, cuyo régimen de variaciones llamamos identidad en tanto huella. ¡Cómo me gustaría ser Luis Alberto Romero y vivir enojado todo el día por no saber que la memoria efectiva nos sigue como una sombra! ¡Cómo me gustaría ser del Club Político y expropiar todo sentimiento trágico sobre el presente! Pero soy del club inconcluso de la memoria ensoñada. Es porque ella nos hace libres, no nos ata a esencia alguna, nos confiere la libertad de asociar los hechos y su crítica a través del hilo conductor de la comedia y la tragedia humana. Horacio González