09 noviembre 2014



Si hay una fuerza transgresora, antipuritana y revolucionaria es el capitalismo. Walter Benjamin lo vio muy bien, y por eso identificaba la revolución con el freno de mano de una locomotora desbocada. Se trata de eso, de encontrar frenos de mano, límites, bridas, que deben ser dobles, obviamente materiales y económicas, pero también bridas de valores y éticas, que suelen tener que ver con eso que hemos llamado tradición, y que en la izquierda no tiene mucho predicamento o que tiene que ver con ese sentido común configurado en torno al sentido de la justicia y a la conciencia de la propia fragilidad que son las dos cosas que en el mito de Protágoras, permiten que los seres humanos sobrevivan, como es el aido, que es el pudor y la conciencia de la mortalidad y la diké que es la justicia. (Santiago Alba Rico)