No hay ejercicio
intelectual que no sea finalmente inútil. Una doctrina es al principio una
descripción verosímil del universo; giran los años y es un mero capítulo
-cuando no un párrafo o un nombre- de la historia de la filosofía. En la
literatura, esa caducidad es aún más notoria. El Quijote -me dijo Menard- fue
ante todo un libro agradable; ahora es una ocasión de brindis patriótico, de
soberbia gramatical, de obscenas ediciones de lujo. La gloria es una
incomprensión y quizá la peor.
Jorge Luis Borges