16 diciembre 2015


El poema es la cápsula donde encerramos nuestros secretos punibles. Y si adquieren su virtud específica es porque encubren el único germen de vida, la facultad de desarrollar su estructura secreta hasta en los detalles ínfimos de nuestros pensamientos. Es por eso que escribimos, para que el grano se levante y de esta manera el poema se convierta en la prueba más sólida de la permanencia de la vida que puede reconocer la experiencia. William Carlos Williams