02 diciembre 2015
Las personas atrapadas en la vorágine de los asuntos humanos están ocupadas en conseguir provecho para sí mismos y reducen la vida a la lucha por conseguir alguna ventaja personal, actitud que alimenta el conflicto social./ […] Apenas tienen energía para ocuparse de los asuntos mundanos y ni siquiera les alcanza para vislumbrar que el mundo está hecho de misterio, porque se quedan atrapadas en lo conocido, ese país donde el misterio está prohibido./ Quienes viven así, encerrados en lo conocido, se resisten a las transformaciones y terminan por luchar contra la vida misma, porque no aceptan la muerte que trae consigo cada cambio. Kung Tien