30 marzo 2008


Ideología. Esa palabra de la que tantos se agarran para disimular la propia inconsistencia, mirarse en el espejo satisfechos o evitarse el trabajo y la angustia de pensar por sí mismos, puede nombrar también otra cosa, que en ciertas ocasiones se le vuelve a uno inevitable, como quien se hace cargo del cuerpo que le tocó y de la situación en que vive. Hacerse cargo, sí, del lugar en que uno está, de qué es lo que de verdad le importa, de que los hechos lo llevan a uno a quedar a veces de un lado o del otro en los juegos de intereses y a tener entonces que decidir si permanece o no, y por qué y cómo, tratando de engañarse lo menos posible.