26 marzo 2008


Se puede no ser solemne, y se debe, y no está nada mal provocar, si el caso lo requiere, pero hay motivos para preocuparse cuando las posibilidades de pensar quedan sometidas al vedettismo y a la lógica del show. ¿Salvo por la temática y el vocabulario, hay mucha diferencia entre los debates del “campo intelectual” y los que se ven en el programa de Rial o el de Viviana Canosa?