08 agosto 2009



Finalidad de las apariencias. A mitad de camino entre la concesión y la protesta, expuesto a todos los excesos de la ingenuidad y el cálculo, este amigo verdadero, este amante fiel, este lúcido conocedor, es confundido a menudo con sus enemigos: el Narciso, el borracho y el inconsecuente. (Bayley, sobre el poema)