30 agosto 2009


porque nadie es hasta que abre/ la boca o la letra, y cae en el abismo, la abertura por la distancia/ el no puente, y siente al caos en carne viva, tras el esfuerzo y el/ dolor, el esfuerzo y el dolor de intentar decir y caer y caer y venir/ a darse cuenta de que el grito sería más: entonces el lenguaje se/ vuelve cicatriz, lugar que siempre será un límite, a la vez que/ marca que quema, individual, intransferible, entre la ima-/ gen objetiva y subjetiva del mundo, un camino imposible, un/ surco que marca un no camino, una construcción equivocada/ insuficiente: una auto herida que el hombre se ha hecho. (Ignacio Uranga)