Aceptar la derrota es, tal vez, sabiduría. Otra cosa es aceptar ser formateado por el vencedor. ¿Qué se está diciendo cuando se dice “aceptar el presente”? ¿Es arrojarse a mirar el presente: una decisión inquieta de no ignorarlo, con lo que tenga de desconcertante y contradictorio, una no-negación? ¿O es no querer al fin y al cabo discutirlo, no cuestionar eso que se llama “el presente”, ser sus cultores o representantes, dejarlo intacto y soberano ahí?
29 septiembre 2009
Aceptar la derrota es, tal vez, sabiduría. Otra cosa es aceptar ser formateado por el vencedor. ¿Qué se está diciendo cuando se dice “aceptar el presente”? ¿Es arrojarse a mirar el presente: una decisión inquieta de no ignorarlo, con lo que tenga de desconcertante y contradictorio, una no-negación? ¿O es no querer al fin y al cabo discutirlo, no cuestionar eso que se llama “el presente”, ser sus cultores o representantes, dejarlo intacto y soberano ahí?
26 septiembre 2009
Bestias inútiles sin/ verdad ni tiempo en sangre, ni un/ bello día en la cena final/ de los caídos como astros./ No habiendo respirado, duermen/ sobre el suelo sin pan ni agua donde/ el valor intenta palabras. (Gelman)
24 septiembre 2009
¿Por qué hay tantas cuestiones hoy en día que se perciben como problemas de intolerancia más que como problemas de desigualdad, explotación o injusticia? ¿Por qué creemos que la tolerancia es el remedio en lugar de serlo la emancipación, la lucha política o el combate armado? La respuesta se halla en la operación ideológica básica del liberalismo multiculturalista: la “culturización de la política”. Las diferencias políticas, derivadas de la desigualdad política o la explotación económica, son naturalizadas y neutralizadas bajo la forma de diferencias “culturales”, esto es, en los diferentes “modos de vida”, que son algo dado y no puede ser superado. Sólo puede ser “tolerado”. Esto exige una respuesta en los términos que plantea Walter Benjamin: de la culturización de la política a la politización de la cultura. La causa de esta culturización es la retirada, el fracaso de las soluciones claramente políticas, como la del Estado del bienestar o los diversos proyectos socialistas. La tolerancia es su principio básico pospolítico. (Žižek)
16 septiembre 2009
Y el fuego del infierno es también el fuego del amor. El infierno es obra del divino Amor, dice Dante. Porque en el infierno también se ama, pero sin esperanza. El cielo es el amor correspondido y poseído, mientras que el infierno es el amor despechado. El Cantar de los Cantares dice que los celos son terribles como el infierno y que el infierno son los celos. Es amar y ser repelido por lo que uno ama y es repeler el amor. El que ha experimentado el amor despechado ha experimentado un poco del infierno aquí en la tierra. El cielo es la comunión de los santos, y el infierno no es más que aislamiento y soledad. Soledad ontológica. (Cardenal)
14 septiembre 2009
12 septiembre 2009
10 septiembre 2009
08 septiembre 2009
El sociólogo de moda, Zygmunt Bauman, explora la extrema fragilidad de los vínculos humanos en la sociedad actual, donde la gente tiene una gran avidez por estrechar lazos, pero al mismo tiempo desconfía de una relación duradera por el compromiso que implica. Es por ello que el término “relación” ha sido sustituido por “conexión”: las conexiones vía red pueden ser disueltas por ser virtuales y, a diferencia de las verdaderas relaciones, son de fácil acceso y salida. Así, el arte de romper las relaciones y salir ileso de ellas, con pocas heridas profundas y sin marcas, supera ampliamente el arte de componer relaciones. La moderna razón líquida ve opresión en los compromisos duraderos, y los vínculos durables despiertan la sospecha de una dependencia paralizante. (Silvia Ons)
05 septiembre 2009
Lo que hubo de más puro, penetrante, entrañable/ y permanente en su intención futura./ Oculto más allá de las verdes fronteras/ de la memoria, obstinada madrina del recuerdo,/ silenciosa enemiga del olvido./ Lo que a veces el sueño rescata o adelanta/ en el punto sutil donde se unen/ la realidad –la fuente que no cesa– y la abstracción/ –aquello que sugiere, que está detrás del cuadro–./ Una alegría fecunda y una suave tristeza. (Raúl González Tuñón)
03 septiembre 2009
Más allá de lo económico y lo político, el poder mundial se afirma hoy en la influencia de la simulación, de una simulación operativa de todos los valores, de todas las culturas. El poder ya no se afirma a través de la exportación de las técnicas, de los valores, de las ideologías, sino mediante la extrapolación universal de una parodia de tales valores; la democracia se universaliza de forma caricaturesca, despectiva: los países “subdesarrollados” siguen el ejemplo de simulacro del desarrollo y del crecimiento, los pueblos en vías de desaparición siguen el ejemplo de la restitución fantoche, disneyficada, de su cultura y todos están fascinados por un modelo universal del que Norteamérica, sin dejar de contar las ganancias, es la primera víctima. (Baudrillard)
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