Aquel que deja un bien en este mundo,/ no espere,
tras la muerte, mejor bien:/ el cielo no concederá el segundo/ a quien, el
otro, no ha querido bien./ Crees subir, pero dirás "me hundo";/ te
diriges al tormento, no al edén,/ del placer abjurando. Engaño eterno,/ por el
cielo estarás en el infierno. (
Giordano Bruno)