Es como si tú, polizón, quisieras bajar/ de tu
tiempo, igual que de un avión,/ derecho a una nubecilla./ Jurando que aguantará/
eso pesado que eres,/ eso para siempre sin alas./ Y de momento es un altar, sólo
un altar/ Y al Señor nadie lo ha visto./ Pero qué importa/ de qué piedra es la
estatua./ Aquí la piedra no es piedra,/ es una idea. Así que detente un poco./ Y
luego vete y vive. (
Milan Rúfus)