19 diciembre 2013
La poesía es guardar memoria, una sombra de memoria, de la realidad como imaginamos poder vivirla antes de que la conceptualización la reduzca a nada más que una imagen, a un esquema; y todo su proyecto, todo su trabajo, consistirá en liberar las palabras de los encadenamientos del discurso para que nos ofrezcan, en lugar de significados que producen nuestros diversos tipos de conocimiento, un acceso al en-sí de las cosas realmente existentes. Que la palabra “árbol” en un poema nos haga recordar lo que es un árbol, con todas sus ramas, todas sus hojas, y su relación con el camino, con el cielo por encima, con el pájaro que en él se posa, que nos recuerde todo eso en lugar de arrojarnos a las clasificaciones que estructuran los diccionarios, y estaremos en condiciones de volver a pensar en necesidades nuestras que son esenciales para el ser mortal que somos, esas necesidades cuyo olvido trae perjuicios en las relaciones de persona a persona en el seno de la sociedad. (Yves Bonnefoy)