06 diciembre 2013


Me sigue preocupando sin embargo la fragmentación infinita de un planeta estallado: consensos mediáticos peligrosos, alucinaciones consensuadas conviviendo online y asimétricamente con un millón de archipiélagos compuestos por islas de sentido. Un mundo de millones de personas, los blogueros, mandando fruta para pocos. Una sociedad Big-Bang en la que la fragmentación y el aislamiento llegan al paroxismo y quizá al absurdo. No puedo evitar la tentación de volver a citar al apocalíptico Paul Virilio: “Al cabo de unos treinta años de representaciones audiovisuales, el complejo informacional se enfrenta a una nueva ecuación: un hombre=un guetto”. (Eduardo Blaustein)