17 marzo 2010


Probablemente sea más difícil en Estados Unidos que en Europa defender el rol refundador que pueden asumir las "Humanities" en un campo social y político amenazado de desintegración, tal como lo vivimos, de un modo diferente pero similar, en todos los países del mundo actual. Con todo, insisto en esta defensa, no solo porque es en esta convicción donde se sostiene mi trabajo intelectual, sino porque estoy convencida de que es importante tomar conciencia de ella, una conciencia orgullosa para contrarrestar la tentación de la depresión que embarga y amenaza al investigador, al intelectual, al escritor situados en el imperio del cálculo y del espectáculo. Y también para dar a oír la necesidad de una participación más valiente, más adecuada para el gran público en esta "democracia de opinión" en la que se ha transformado la sociedad del espectáculo moderno. (Kristeva)