24 septiembre 2011
Noche que se me va, otra noche, y el ala/ de un inmenso avión se ha interpuesto/ entre el azul espeso y la ventana, y dudo/ si es un verde tenuísimo o si es plata, fría/ cual finura insistente del bisturí que rasga/ el útero, o también la luz misma, cuando agrieta/ la mano del chiquillo cansado de hacer fuerza/ para irritar a sus hermanos, simulando que oculta/ quién sabe qué tesoro, y va aflojando/ la presa, y sé que nada ha de salir que ayer/ no estuviera ya en mí desconsoladamente, y me da/ frío mirarme un día más, chupado/ hueso frutal, sin pulpa, a la intemperie. (Gabriel Ferrater)