Busqué a Dios con paciencia y sinceridad/ En el directorio telefónico/ En aguas mansas y en aguas turbias/ Y en las precipitaciones de agua/ Lo busqué en la ausencia de aquellos que amo/ Y en los desperfectos de mis mansedumbres/ Me fui detrás de él por pequeñas ciudades sucias/ Y busqué su fotografía cada mañana en los diarios/ Amé en la risa de las muchachas Su risa/ Y en la mirada inescrutable de mi prójimo/ Y encontré muerte muerte muerte en todas partes/ Sin embargo, buscar es lo único que importa (
Eduardo Escobar)