25 noviembre 2011


Lo que arruina al ser, la belleza,/ Será torturada, puesta en la rueda,/ Deshonrada, declarada culpable, hecha sangre/ Y grito y noche, de toda dicha despojada/ –¡Oh, destrozada en todas las rejas de antes del alba,/ Oh, pisoteada en todo camino y travesía!/ Nuestra mayor desesperación será que vivas,/ Nuestro corazón que sufras, nuestra voz/ Humillarte entre tus lágrimas, decirte/ La mentirosa, la proveedora del cielo negro,/ Nuestro deseo sin embargo es tu cuerpo baldado,/ Nuestra piedad este corazón que lleva a todos fango. (Yves Bonnefoy)