11 noviembre 2011


Otra cosa que me molesta en el multiculturalismo es cuando me preguntan: ¿Cómo puede estar tan seguro de no ser un racista? Mi respuesta es que hay una sola manera: cuando se puede intercambiar insultos, bromas, chistes sucios, con un miembro de una raza diferente y ambos sabemos que no hay detrás una intención racista. Si, por el contrario, jugamos el juego políticamente correcto, Oh, cómo te respeto, qué interesantes son tus costumbres…, es racismo invertido y es repugnante. (Žižek)