La exhortación a la
hapiness en la que coinciden el científico entusiasta que es el director del sanatorio y el nervioso jefe publicitario de la industria del placer, tiene todos los rasgos del padre temible que brama contra los hijos por
no bajar jubilosos las escaleras cuando, malhumorado, vuelve del trabajo a casa. (
Theodor W. Adorno)