pueda mi corazón siempre estar
abierto a los pequeños/ pájaros que son los secretos de la vida/ sea lo que sea
lo que canten supera al conocimiento/ y si los hombres pueden no escucharlos los
hombres están viejos// pueda mi mente pasear hambrienta/ y sin miedo y sedienta
y maleable/ y pueda incluso equivocarme yo en domingo/ cuando los hombres llegan
a comprender ya no son jóvenes// y pueda yo mismo no hacer nada útil/ y amarte
mucho más que de verdad/ no ha habido nadie tan loco que errara/ sacándose de
encima el cielo con una sonrisa (E.E. Cummings)