26 febrero 2012


Me avergüenza verme cubierto de pretensiones; una gallina torpe,/ melancólica, débil, poco interesante,// un abanico de plumas que el viento desprecia,/ caminito que el tiempo ha borrado.// Los impulsos mordieron mi juventud y ahora, sin/ darme cuenta, voy iniciando/ una madurez equilibrada, capaz de enloquecer a/ cualquiera o aburrir de golpe.// Mis errores han sido olvidados definitivamente; mi/ memoria ha muerto y se queja/ con otros dioses varados en el sueño y los malos sentimientos. (Francisco Urondo)