Cosa fija de
amor, despojo puro/ de la grande escasez en que resido./ Al arrasar la dicha su
conjuro/ queda un hombre aledaño en el sentido/ de palabra que ocurre todavía./
El árbol sin sonar se desvanece,/ vuelve lento de luz a la porfía/ nocturna de
la forma que me ofrece./ Algo cae, se nombra, me despide/ olvidado y fugaz en
los rincones/ del viejo correaje y la cigarra./ Cosa fija de amor, no se
divide,/ quedan fuera la nube, las visiones,/ y el caballo a que mi voz se
agarra. (Cintio Vitier)