Los antiguos invocaban a las musas./ Nosotros nos invocamos
a nosotros mismos.// No sé si las musas aparecían/ −sería sin duda según lo
invocado y la invocación−/ pero sé que nosotros no aparecemos./ Cuántas veces
me he asomado/ al pozo que supongo ser/ y balado ¡ah! para escuchar un eco/ no
he oído más de lo que he visto:/ el vago albor oscuro con que el agua
resplandece/ allá en la inutilidad del fondo… (
Fernando Pessoa)